lunes, 31 de marzo de 2014

TUS MANOS


Tus manos sobrevuelan, como águilas expertas,
los valles de mi cuerpo; también las cordilleras,
los ríos que me inundan, los mares que me aniegan.

Tus manos me transitan
vengando el recorrido que media entre mis muslos.
Me toman con sus dedos cegando manantiales,
rugiendo entre las rocas de mis playas ignotas.
Azotan mis abismos con volutas de ola,
avivan mis mareas con luz de plenilunio.

Un retazo espléndido de cielos y de estrellas
me nubla los sentidos,
en un final de espuma que anuncia mis torrentes.

Tus manos siempre vuelven a mi geografía.

(Mayte Dalianegra)

Pintura de Alexandre Jacques Chantron (1842 – 1918)


domingo, 30 de marzo de 2014

UN DO SOSTENIDO MAYOR


Un do sostenido mayor
sostenía la tarde,
la noche,
el eco,
también el bullicio de gente
transitando por plazas
anónimas.

Un violín
quebró su arco
en la inmediatez del océano,
se licuaron bemoles,
quedaron
sólo brisa, acantilados, olas,
perlas.

Un violín
perdió su voz
como las flores pierden
sus pétalos,
quedaron
la penumbra ciega,
el olor a salitre
abrazando las nubes,

el do, el re, el mi, el fa,
el sol, el la y el si
navegando a la deriva.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura de Bernard Scholl

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viernes, 28 de marzo de 2014

GEOGRAFÍA


Mis ojos son idólatras de ese piélago verde y distante,
de esa vastedad oceánica de tus pupilas,
y mi piel es suave velamen del bajel
que me conduce a ti,
zozobrando y encallando
en la playa de tu pecho.

Acudo rauda
a la llamada de tu sangre,
al grito de tus humores de macho,
a ese magma que la lascivia enciende,
y ahí viajan mis labios,
caracolas dulces
embriagadas de espuma,
arrullándote al vaivén de tus olas.

Acude también la punta de tu lengua
 —ese cabo térreo—
a franquear el salitre de mi mar,
y es remolino,
voluta jónica,
hélice impía girando en espirales
que te abisman al misterio de mi sima
profunda y húmeda.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura de Shahrzad Hazrati
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Música: "La mer", Charles Trenet

jueves, 27 de marzo de 2014

FRÁGILES


Algunas personas
no estamos hechas
de hormigón con armazón de acero,
sino de mampuesto, y en esos muros
cabe siempre el hueco, la piedra mal encajada
o la desplomada, y la arena que se desprende
por falta de mixtura.

Algunas personas
no estamos hechas
para más combate cuerpo a cuerpo
que el de las pieles
que se aman toda una noche
o toda una tarde o la mañana entera.

Y así avanzamos y así retrocedemos
a base de dar tumbos, de trastabillar
por los andenes de la vida y sus estaciones
sin retorno ni devolución de billetes.

Creemos que el azar, al menos una vez,
se equivocará y nos traerá la fortuna,
y sonreímos cuando esta parece besarnos
las aristas,
¡cuán poco sabemos sobre cómo actúan
los malditos hados!

En ocasiones encontramos un ser parejo
—en esas apariencias
siempre dispuestas al engaño a priori—
o uno tan antagónico que nos imanta
sobremanera, y pensamos
que todos nuestros problemas culminarán
con esta nueva partida
de naipes.

Todo buen tahúr oculta un as en la manga.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "El tahúr", Georges de La Tour. Museo del Louvre. París


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miércoles, 26 de marzo de 2014

TE DABA CUANTO TENÍA

Te daba cuanto tenía
y nada querías tú,
y nada me dabas tú,
mientras yo todo quería.

Mayte Dalianegra

Pintura: "Joven griega", John William Godward
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Música: "What if I was nothing", All That Remains

martes, 25 de marzo de 2014

LAS VENTANAS


Cuando el cielo sonríe
y nos regala
sus ángeles,
las ventanas se nos abren en el pecho
con la delicadeza de no clavarnos
sus goznes;
su apertura es vaporoso aleteo de mariposa.

Sus diáfanas hojas son ícaros
levantando el vuelo
hasta capturar el oro del sol
y disfrazarse de espejos.

Así salimos
al encuentro de lo dérmico:
con la timidez de la sorpresa
soldada a las manillas.

Las ventanas,
entonces, se convierten en ojos.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: “Doña Ana”, Alberto Donaire
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Música: "C'mere", Interpol

lunes, 24 de marzo de 2014

ESCILA


Escila me mira
desde el calado de sus ojos enormes,
enormes en cuanto a tamaño,
enormes en cuanto a hermosura,
unos ojos en sepia
—telúricos y arcaicos—
inmovilizados en un segundo
de una ya lejana juventud.

Ellos revelan su innegable
inteligencia,
también su talento,
también su envanecimiento infinito,
infinito como ese ego que esgrime
a modo de lanza,
lanza que ensarta, iracunda,
en el costado de su adversario,
a poco que se le acerque.

Escila antes era el yin y el yang,
más yang que yin
—aunque la oscuridad le colme las pupilas—,
porque la testosterona le invade
los ovarios, y eso le nubla la visión.

Ahora ha mudado su faz
de la misma forma
con la que otros se cambian
de camisa —camisa que ella no muta
por escamas de metal nuevo—.

Sigue siendo la misma,
siempre seguirá siendo la misma,
he ahí el problema.

Gana amigos tan rápido como los pierde,
no le aguantan dentro los humores
ni las mareas. Parece que la luna
constantemente juegue con ella.

Escila no cae bien,
simplemente la soportan,
la soportan o la temen,
una de dos
—más bien lo segundo—,
ella lo ignora, se cree irresistible,
adorable,
y así se endiosa,
y así fanfarronea
de una sapiencia adquirida
a base de tropezones.

Cree también que todos
cuantos la rodean se adherirán
a sus causas,
por disparatadas que éstas sean.

Serán soldados al servicio
de una Juana de Arco
de mentón hendido, con aspiraciones
de reina
y nombre de hada artúrica.

Hace un tiempo,
Escila me victimizó,
aún luzco la huella de sus colmillos
tatuada sobre mi dignidad,
aún me duele,
aún siento resquemor en las heridas.

No obstante,
sospecho que algo espantoso
—algo absolutamente aterrador—
hubo de acontecerle en el pasado,
algo que provocara
que esos ojos de nereida
se naturalizasen en la cruel mirada de Escila.

Aunque reste noche
para el albor de una absolución,
una piedad recién nacida llora.

Mayte Dalianegra

Pintura: "Los ojos lo tienen", Rolf Armstrong
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Música: "Strife", Trivium

sábado, 22 de marzo de 2014

EL EGO

El ego es un obelisco
monolítico elevando
la plegaria del yo
hasta aguijonear los cuerpos celestes,
un zigurat
en cuyo culmen
arden las preces por el ser
amado: aquél cuya imagen
nos devuelve el espejo.

El ego se nutre de halagos,
engorda cual pompa de jabón
dispuesta a dejarse arrastrar
por el viento de la lisonja,
y puede explosionar de tanto y tanto exceso,
así como estalla
el sapo hinchado de humo.

El ego nos invade,
se adueña de nosotros,
nos provoca cloqueo de gallina ahuecada.

El ego nos controla,
nos lleva de la mano,
asidos a sus dedos somos las marionetas
de nuestro propio afecto.

Qué cosa es el ego, y cuánto nos atañe…
Nos jactamos de tanto… son tantas
vanaglorias las que al cabo del día
cargamos en los lomos
de cuantos nos abordan…

Mas la verdadera magnificencia,
no la hallamos en el abanico soberbio
que luce el pavo real con cromático
destello, sino en la transparencia límpida,
despoblada de vanidades,
de la humildad.

Mayte Dalianegra

Pintura: "Los dos pavos reales", Jean-Jorges Vuiberre

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Música: "Nothing compares 2U", Sinéad O'Connor

viernes, 21 de marzo de 2014

SÍNDROME DE ESTOCOLMO

Luchabas contra ellos,
o eso creías.

Creías también vencerles
con la supremacía de tus neuronas
deshabitadas de toda compunción.

Qué irónico destino,
bastaron dos palabras
—o quizá tres—
brotando de unos labios
desbordados de un ego superlativo
y pernicioso,
y yacías sojuzgado,
amarrado a tus captores
con sogas de saliva.

Qué irónico destino,
te anillaron el alma en eslabón continuo.

Qué irónico destino,
ya nunca serás salmón remontando
tu río.

Mayte Dalianegra

Pintura de Aydin Aghdashlou
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Música: "Born to die", Lana del Rey

jueves, 20 de marzo de 2014

AMAR


Amar
es aprender la doctrina de los pasos del otro,
acompasarse al arpegio de su pisada,
que la brújula indique
el norte de sus labios
y girar, haciendo trompos,
en torno a ese septentrión.

Es un aprendizaje continuo,
un hilar entregas y permutas
en trueque de risas y de llantos,
es tender la mano cuando la negrura
se cierna sobre el horizonte boscoso,
es mudar las escamas
para que el concepto del otro
prevalezca en virtud de la equidad.

Amar
es aquilatar al otro,
obviar sus vacíos
y, con los párpados cerrados,
ver su perfil rielado en nuestros ojos;
es pensar en el otro 
hasta ascender
sobre la esfera celeste,
es el afán de esa codicia
que nos empuja
a no cejar en el empeño de perpetuar
una alianza con los sueños.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: “Hesperus, the Evening Star” or “Sacred to lovers” (“Hesperus, la Estrella de la Tarde” o “Los amantes sagrados”) 1857, Joseph Noel Paton
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Música: "Here without you", 3 Doors Down

miércoles, 19 de marzo de 2014

EL MUNDO NO ES VUESTRO

El mundo
 —esa esfera
que gira con inercia desmedida— 
no es una más de vuestras
pertenencias. El mundo
es de las espaldas dobladas
que se yerguen rectas,
de las rectas conductas,
de la sapiencia recta.
De aquéllos
que —si no hay otro modo—
quiebran sus huesos con vítreo
rechinar de dientes,
y hienden las propias carnes,
haciendo del acero,
uno más de sus órganos.

¿Creéis que el mundo
—ahora como antes—
es vuestro? La eternidad
no aprobará por más tiempo tan prolongado
saqueo.
Los otrora
vencidos reclamarán
el resarcimiento de los siglos,
y uno a uno
—implacables—
se cobrarán tan impagable adeudo.

La sonrisa será en el futuro
una transferencia,
y los famélicos —también
sus afiladas sombras—
al fin degustarán las mieles
tras el severo ayuno impuesto.

Ignoro cómo podéis conciliar
el sueño con tan brutales
remordimientos; sin duda
el oro expoliado con ayuda de inicuos hados,
os instiga a libar las aguas del Leteo.
Vuestro secular pillaje es tinta bermeja
cebando el cálamo de la Historia.

Al albor de la noche oscura,
los ídolos que imaginasteis,
caerán con las bocas apretadas
de cuestiones sin sentencia,
mudos y sordos,
sordos y mudos
—así como fueron paridos,
a imagen y semejanza vuestra.

Ellos serán las hojas caducas
arrancadas por la violencia
de un viento nuevo, de ese ornato florido
y artificioso de las aras
donde habéis sacrificado a vuestro pueblo.

Mayte Dalianegra

Pintura de Agim Sulaj (Albania 1960)
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Música: "God save the queen", Sex Pistols

HAIKU (aguas fluviales)


Aguas fluviales
El tiempo sobra.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “Campanas de la tarde” (1892), Isaak Levitan

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lunes, 17 de marzo de 2014

LOS VERSOS (ARTE POÉTICA)


Los versos guardan la hondonada del secreto,
escudriñando, con ojos torvos,
como de cuervo, la ocasión propicia
para salir de sus celdas.

Los versos viven solos y respiran
su propio aliento, son de la piel
del diablo,
y al mismo tiempo, ángeles celestiales
de cuestionable anatomía;
y son tan tercos, que no se dejan llevar
por el viento así como así,
como mucho, este los mece levemente,
pues a veces, ni el mayor de los huracanes
puede obligarlos a desplazarse un único centímetro;
precisan entonces de un salvavidas,
de un socorrista fornido y musculoso,
que les insufle el movimiento a bocanadas.

Aunque los versos son muy listos,
se las saben  todas,
y de no hallarse presto el cálamo,
afilada la agudeza
de su punta, las hojas mostrarán
su lívida blancura,
desnudas de signos, desprovistas
del donaire de las letras,
y serán, como aquellas otras,
hojas marchitas de árboles caducos.

Toda atención para con ellos resulta insuficiente,
pues saben cómo extinguir los acopios de tinta
en el último instante,
y cómo partir en pos de alguien,
del otro, del ajeno,
cuando acusan hartazgo de nosotros.

Así nos dejan sometidos al oprobio,
y ni siquiera un conveniente soborno a las musas
podrá propiciar su ansiado regreso.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: "Erato con su lira" (1895) John William Godward
Safe Creative #1202281214599

Música: "An end has a start", Editors.

domingo, 16 de marzo de 2014

POETA


De ti hablan los siglos, poeta,
y los vientos traen la voz de tus rimas,
el murmullo austero 
de letras que caen,
del gotear de tinta, 
del escandir sílabas, 
de ese silabeo que mueve los labios
y contornea el velo del paladar
vetando el aire,
dilatando la memoria,
impidiendo al corazón latir 
hasta que los versos fluyan 
como torrentes,
a raudales,
desgarrando la tierra 
y las raíces de los árboles 
que a ella se aferran,
rasgando las nubes,
originando tormentas y huracanes 
o, simplemente acariciando,
con las manos suaves,
la brisa de un oído presto a escuchar,
de unos ojos dispuestos a la lectura, 
de una boca que articula, 
pausada o apremiada, 
la indefinible música 
que tu inspiración alumbra.

(Mayte Llera, Dalianegra)

       Pintura: “Erato muse of poetry" ("Erato musa de la poesía"), 1870, Edward John Pointer

Safe Creative #1103268815849
Música: "It's time", Imagine Dragons

)

sábado, 15 de marzo de 2014

ELLOS


Ambos se reflejan el uno en el otro,
se miran desde la cercanía de sus bisagras
y se acarician los labios
con ese terciopelo, suave y dúctil,
que es el silencio nocturno.

Entretanto,
uno de ellos hace juegos malabares
con un colgante que le pende del cuello
—quizás alguna estrella fugaz
de paso por la constelación de Orión—,
el otro observa sin emitir sonido alguno.

Son tímidos,
no se atreven a decirse
que, si pudieran,
se devorarían las bocas como fieras salvajes
hambrientas de celo,
que, si tuvieran valor,
se arrancarían las ropas a jirones,
se devastarían las pieles
en el azogue del espejo
y rodarían por la alfombra voladora
de Salomón,
mientras el viento los transportase lejos,
muy lejos.

Mayte Dalianegra

Pintura de Beata Chrzanowska
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viernes, 14 de marzo de 2014

LA VIDA ES BELLA

A quienes nos esbozan la sonrisa
cuando deberíamos llorar

Sí, señor Benigni,
la vida es bella,
lo es cuando se tiene
algo para jugar a los naipes
con el ácido clorhídrico
—algo más que esperanzas
y sueños—,
alguna miga de pan
que se hayan dejado
por ahí —olvidada— los Hansel y Gretel
que gobiernan el mundo.

Lo es cuando las leyes
respetan a quienes dominan,
cuando no sirven en bandeja 
la cabeza del bautista de turno.

Y no lo es cuando el corsé,
intentando marcar cintura de avispa,
se deja ceñir tanto,
que permite que la avispa
se enseñoree de la ponzoña de su aguijón

Sí, señor Benigni,
la vida es bella,
aun cuando muchos pagasen
con las suyas para que otros
pudieran vivir de una forma
algo más decente,
aun cuando nadie
les gratificase semejantes
sacrificios,
aun cuando éstos cayeran
en la ignominia de la amnesia colectiva.

Sí, señor Benigni,
la vida fue bella para los mártires
de una u otra causa,
que creyeron que inmolarse
expiaría los pecados de una especie
que basa su poder
en la muerte de los diferentes,
y que no tolera ni a los semejantes.

Sí, señor Benigni,
la vida es bella
—¡bellísima!—
para los esclavizados, para los sometidos,
los tiranizados, los cautivos, los que sirven
de bocado a los que viven sobrealimentados…

A pesar de todo,
muy a pesar de todo,
mi muy querido señor Benigni
(querido de corazón), gracias,
¡gracias!
gracias por insuflarnos
la bocanada de aire
que acompaña a una sonrisa,

y hacernos olvidar que hoy,
como un día hiciera Roma,

Arcadia arde.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “En Arcadia”, Friedrich August von Kaulbach  (1850-1920)
Safe Creative #1202281214599

Música: "Bambi", Tokyo Police Club

jueves, 13 de marzo de 2014

VOY A DARLE RIENDA SUELTA A LA VIDA


Voy a darle rienda suelta
a la vida.

Caminar por los senderos
que tus labios trazaron
en la taza de café
de un desayuno compartido.

Acariciar la efervescencia
de las olas
de un mar imaginado
en las palmas de tus manos.

Sentir los pies
descalzos
pisando la arena blanca
—como de harina—
de esa luna que a los dos
nos ilumina desde la distancia
infinita.

Voy a darle rienda suelta
a la vida.

Y perder la compostura,
y perder el orden de ese cosmos
que a fuerza de costumbre
también se nos enquista.

Sentirme flor de loto
renaciendo en alguna cultura exótica,
ascendiendo a los templos
que nuestros ojos
visitaron en un catálogo de viajes
que probablemente no realizaremos.

Voy a darle rienda suelta
a la vida.

Y soltarme la melena
como una Lady Godiva sin caballo
ni recato,
con la sonrisa que imponen
las vistas, en una foto,
del “Jardín de las Delicias”.

Voy a darle rienda suelta
a la vida,
porque las flores como yo,
aun cuando oscuras,
nunca se marchitan.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “Lady Godiva” (1897), John Collier. Herbert Art Gallery and Museum and Coventry History Centre. UK

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miércoles, 12 de marzo de 2014

IMPÍA SEDUCTORA

Soy una impía seductora,
sí, lo soy, me reconozco en ello,
me atavío de loba como divisa 
y vago por montes
en constante acechanza,
libando los regueros enfangados;
y el contoneo de mis cuadriles
adquiere el ritmo frenético 
que le imprime la cacería de un gamo
levitando sobre lo agreste.

Soy una impía seductora,
sí, lo soy, me reconozco en ello,
una Cleopatra
parida del vientre de una alfombra,
quizás una Circe hechicera 
cuyas pociones
transformen en cerdo a más de uno.
Sí, lo reconozco, soy una impía seductora,
una hechicera, una bruja
de la peor ralea.

Pero tú, que me miras desde
tu pedestal de oro pulido,
desde esa torrecita de marfil
que no aguantaría ni medio asalto de un peso pluma,
tú, que te empeñas en resistirte a mis encantos…

Sí, tú…
¡Ay, pobrecito!
Nada va a quedar de ti,
ni los laureles de César,
ni los de Marco Antonio tampoco,
¡a ver qué te piensas!
ni siquiera la piel del gamo,
ni uno solo de los cerdos
para ayudarte a regresar a Ítaca sano y salvo.
Porque esta Circe o Cleopatra
o Luperca,
va a lamerte hasta el tuétano,
a devorarte hasta la esperanza,
y va a enseñarte
que cuando una hembra quiere
—y yo quiero—
no hay fuerza de macho que resistírsele pueda.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: “Cleopatra y César” (1866), Jean-León Gérôme
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Música: "Smells like teen spirit", Nirvana

martes, 11 de marzo de 2014

SOY TU CASA


De cimientos a techumbre
soy tu casa,
solar donde los espejos abren postigos
de luna.

De techumbre a cimientos
me habitas.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: "Casa en Rueil" (1882),  Édouard Manet
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Música: "Roman", Housse de Racket

lunes, 10 de marzo de 2014

ADVERSIDAD

No sé si gratificar
con sonrisas y parabienes
las lanzas rotas,
porque alguna,
de serlo,
más que óbolo altruista,
semeja ser talión en justa por bagatela
desgajada de mi memoria.

No sé si agradecer
o condenar,
si debo escuchar voces sin nombre,
yo, que solo tenía oídos
para mi propia voz interna,
para mis sentimientos,
para mis alegrías y mis duelos;
yo, que me bastaba conmigo misma y sola,
con discernir mis propias certidumbres,
mi propio aliento;
yo, que era obediente
solo al dictado de mis principios,
que no aceptaba imposiciones
ni injerencias
de pensamiento, palabra u obra.

No sé si retribuir o reprobar,
pues ignoro la naturaleza
de lo velado.
Prefiero continuar estableciendo
mi amparo al abrigo
de lo foráneo,
dirigiendo firme mis pasos,
sin que el temor me anide en las huellas.

La adversidad es la estación
de floración de mi especie.

(Mayte  Llera, Dalianegra)

Pintura: "La joven de las dalias", Vladimir Dimitrov
Safe Creative #1202281214599

Música: An end has a start, Editors

sábado, 8 de marzo de 2014

AQUELLAS OSCURAS GOLONDRINAS


El aleteo de abeja,
imperceptible como mano de crupier,
del diminuto colibrí;

el vuelo plácido de la alondra,
cuyo lirismo celestial
alabara Shelley;

el manso de la tórtola,
sempiterna enamorada del suelo
y de sus granos;

el planeo solemne del águila
de fiero ojo de tigre

o el vértigo de los picados del halcón y del azor,

solo eran la premonición aérea
del retorno de oscuras
golondrinas
 —de aquellas que aprendieron
nuestros nombres—
deseosas de anidar en mi balcón.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “Golondrinas” (2009), Marina Milá Figueras
Safe Creative #1202281214599

Música:"A certain romance", Artic Monkeys

viernes, 7 de marzo de 2014

NADIE

Rebasado el meridiano,
conozco ya la esquina
por donde nace el sol
y la esquina por donde su luz
se extingue.

El orto de una estrella
no me resulta ya un suceso indiferente.

Aún quedan muchas letras
en el fondo taciturno de un tintero,
aún quedan,
y espero que algunas hojas
todavía por arrancar del calendario.

Tal vez también me aguarde,
de vez en cuando, una sorpresa,
el hallazgo fortuito
que me resuelva
un, hasta entonces, irresoluto misterio,
o la caricia de un viento
imantado de intenciones nuevas.

Y de esa abigarrada maraña
de neuronas,
dispuestas en meticuloso desorden
dentro de mi cabeza,
continúan emanando ideas nítidas,
lo blanco, blanco, lo negro, negro,
y entre ello, la plata del gris.

Nadie va a decirme
cómo tengo que hacer esto o aquello,
qué tengo que pensar o que decir
sobre esto o aquello.

Nadie,
pues conozco ya la esquina
por donde nace el sol,
y la esquina
por donde el sol se extingue.

Mayte Dalianegra

Pintura: "Mirando al fondo del Valle de Yosemite" (1865), Albert Bierstadt
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Música: "I cant't get no (Satisfaction), The Rolling Stones

jueves, 6 de marzo de 2014

LOS ÁNGELES EXISTEN


Los ángeles existen
—y aunque no lo creas,
aun cuando lo que digo suene
a arrogancia ampulosa y vana—, soy
uno de ellos,
uno de esos como los que Abott Thayer
y Rilke abocetasen con pincelada y palabra,

y estoy aquí, mientras la luna
deshoja sus párpados,
para salvaguardarte del miedo a vivir.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: "Un ángel", Abott Thayer
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Música:"Bring me to life", Evanescence


)

martes, 4 de marzo de 2014

VIVIR

Vivir no dispone
a la comodidad, a la simplicidad,
a la sencillez.
Vivir es un acto de rebeldía
contra los agujeros negros
hambrientos de materia.

Nada se nos regala,
nada se nos concede, ni se nos gratifica.

Nacemos entre heces
de parturienta, y entre heces
solemos enfilar el rumbo.
Esta vida no es sueño
—aunque los sueños, sueños sean—,
afirmo negando a Calderón,
ni tampoco es muy larga,
ahí T.S. Eliot, también se equivocó.

Mayte Dalianegra

Pintura: “Las tres edades de la mujer” (1905), Gustav Klimt
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Música: "Shot at the night", The Killers

lunes, 3 de marzo de 2014

RAMA DE ÁRBOL


Fui rama de árbol
sin fronda,
sin tronco,
sin maraña de raíces.

Vivía de forma epifita
de la soledad del aire.

Pero llegaron los vientos cálidos, las lluvias
que me inseminaron con el centelleo
del rayo,
y hoy soy
una de tus manos,
uno de tus pies.

Soy rama de árbol,
fronda, tronco, raíces;
y tú,
rama, fronda, tronco, raíces.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: “La familia de árboles” (1922), Felix Vallotton
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Música:"Little black submarines", The black keys